Konexión Alzheimer
Aumento de la agresividad en personas con Alzheimer

09/01/2023

Aumento de la agresividad en personas con Alzheimer

Alzheimer

El Alzheimer es un trastorno cerebral que afecta a la memoria y a las capacidades cognitivas de la persona que lo padece. Uno de sus síntomas principales, especialmente a medida que avanza la enfermedad, son los trastornos de conducta.

Estos trastornos del comportamiento pueden presentarse en diferentes formas, siendo la agresividad (tanto verbal como física), una de ellas. Los pacientes no son conscientes de estos cambios en su comportamiento, una característica común en personas con Alzheimer llamada anosognosia, lo que dificulta la labor del cuidador al ser un suceso difícil de gestionar de forma convencional.

Hoy nos gustaría hablar sobre este tipo de situaciones, sobre cómo pueden manifestarse, y sobre cómo se pueden intentar gestionar.

A qué nos referimos con aumento de la agresividad

Cuando hablamos de el aumento de la agresividad en personas con Alzheimer, hacemos referencia a uno de los trastornos de conducta que pueden darse en personas con esta enfermedad. Se manifiesta mediante conductas físicas o verbales, que pueden ocasionar daño físico o moral.

A menudo, pueden acompañar a una resistencia injustificada a realizar alguna tarea, o a recibir ayuda para realizarla, como puede ser un cambio de ropa, la hora del aseo, de comer, o de ir a dormir.

Otras causas que pueden causar agitación o agresividad son:

  • Estrés, depresión, o alguna alteración anímica
  • Falta de sueño o mal descanso
  • Cambio en alguna rutina o en su espacio
  • Enfermedad o malestar

Los factores que pueden causar estos síntomas son variables, y depender de cada paciente, siendo algunos de ellos socio-ambientales, biológicos o psicológicos.

Como manejar la agresividad en una persona con Alzheimer

Cuando se da una situación en la que la persona con Alzheimer muestra agresividad, la reacción lógica puede ser intentar razonar para revertir la situación, pero debido a que los pacientes no son capaces de reconocer estos síntomas (anosognosia), es probable que agravemos más la situación.

La Dra. Itziar Palmí Cortés, Facultativo Especialista de Área en Neurología en el Hospital Universitario Infanta Sofía (HUIS), de San Sebastián de los Reyes, de Madrid, es la actual coordinadora y responsable de la Unidad de Memoria y Trastornos de Conducta del HUIS, y que ha colaborado en el proyecto de Konexion Alzheimer, nos da las siguientes recomendaciones:

  • Es importante entender e identificar las causas que provocan estas reacciones. De esta forma podemos intentar evitarlas en futuras ocasiones, o abordarlas de forma diferente para obtener mejores resultados.
  • Potenciar la autonomía del paciente, en los casos que sea posible, puede evitar las reacciones adversas si siente que estamos ejerciendo un control excesivo sobre él y sobre las tareas que ha de llevar a cabo.
  • Respetar sus gustos y costumbres premórbidas también puede ser de ayuda. Si la persona con Alzheimer tenía unos hábitos adquiridos que no afecten al transcurso de su enfermedad, podemos mantenerlos para evitar una situación en la que no se sienta a gusto o reaccione de forma violenta. 
  • Respetar su intimidad es importante, especialmente en momento como el baño o el aseo, donde pueden sentirse incómodos. Hay que buscar estímulos que faciliten el proceso, y encontrar la forma de que se sienta seguro y confíe en la persona que le está ayudando.
  • Potenciar el contacto físico cuando está en calma, como mediante besos, abrazos o caricias, mostrando cercanía, respeto y confianza.

Es necesario comprender que, a pesar de que estas reacciones son situaciones incómodas tanto para el paciente como para el cuidador, forman parte de la enfermedad, y es probable experimentarlas en un momento dado.

Identificar aquellos factores que las causan o empeoran puede ayudar a mejorar su manejo y evitar confrontaciones innecesarias. El bienestar de la persona con Alzheimer es prioritario, pero también debemos evitar que el cuidador también sufra las consecuencias ante la dificultad de gestionar situaciones de este tipo, como puede ser el síndrome del cuidador. Si ves que la situación empeora, no dudes en pedir ayuda.

En nuestra sección DÍA A DÍA EN CASA, encontrarás mucha información que te será de utilidad para seguir aprendiendo a manejar las distintas situaciones en que, como cuidador, te vas a encontrar en tu rutina diaria. También puedes contactar con nosotros a través del enlace ¿CÓMO PODEMOS AYUDARTE?, para recibir periódicamente información relevante para los cuidados de una persona con Alzheimer, y las últimas novedades y avances con relación al tratamiento y a la investigación del Alzheimer.

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