El Alzheimer y otras demencias son enfermedades neurodegenerativas que terminan afectando la calidad de vida y el día a día de las personas que las sufren. En muchos casos, cuando la enfermedad se encuentra en estados avanzados, es necesario que tengan asistencia y supervisión durante casi todo el día, y que necesiten ayuda para realizar cualquier tarea, por sencilla que sea.

Sin embargo, el Alzheimer tiene un proceso que comienza por estados más leves, en los que las funciones cognitivas empiezan a verse afectadas, pero que no imposibilitan llevar a cabo una vida más o menos normal antes de llegar a fases avanzadas. Esto puede variar de un caso a otro, y puede que algunos aspectos se vean más afectados que otros en diferentes personas, pero generalmente se puede conservar cierta autonomía que es muy positiva para el paciente.

En este artículo hablaremos sobre la importancia de mantener, en la medida de lo posible, la autonomía de la persona con Alzheimer, y sobre los posibles beneficios que esto puede conllevar para su bienestar.

Aspectos positivos de la autonomía en personas con Alzheimer

En Konexion Alzheimer a menudo comentamos, sobre todo cuando hablamos de aspectos que pueden tener relación con la persona cuidadora, que algunas situaciones, como los cambios de conducta, errores, confusiones o olvidos que puede tener una persona con Alzheimer, vienen dados por la enfermedad. Y esto es importante tenerlo en cuenta, porque en muchas ocasiones, el paciente también es consciente de estas dificultades, generándole frustración y enfado.

A cualquier persona le gusta sentirse útil, y capaz de realizar sus propias tareas. Siendo conscientes de las dificultades que puede suponer el Alzheimer a medida que avanza, respetar la autonomía del paciente, y fomentarla siempre y cuando sea posible y no suponga un riesgo, puede ayudar a mantener durante más tiempo sus capacidades.

Si en lugar de terminar una tarea con la que se queda a medias, o que va muy lenta debido a algún impedimento, permitimos que la finalice a su ritmo y sin presiones, estamos demostrando confianza en su capacidad y respetando su dignidad, mejorando de paso la relación y evitando que vea a la persona cuidadora como una figura autoritaria o vigilante.

En lugar de terminar su tarea, podemos ayudarla mediante alguna indicación, o colaborar con ella de forma que cada uno haga una parte. La autoestima y el bienestar emocional de la persona con Alzheimer son aspectos que también deben cuidarse, y hacerlo mientras tenemos la posibilidad de trabajar la estimulación cognitiva y de preservar sus habilidades funcionales, puede repercutir de forma positiva a varios niveles.

Fomentar la autonomía de la persona con Alzheimer también puede contribuir a evitar el aislamiento y a mantenerla socialmente participativa. A mayor grado de autonomía, más actividades puede continuar haciendo, y eso implica que pueda participar en tareas o actividades con otras personas.

Cómo mantener la autonomía de una persona con Alzheimer

Mantener la autonomía de una persona con Alzheimer puede implicar realizar ciertos cambios tanto en nuestras rutinas (y en las suyas), como en el entorno, con el objetivo de facilitar al máximo las tareas que puede llevar a cabo, y de proporcionar mayor seguridad y un espacio adecuado para hacerlas.

En Konexion Alzheimer hemos hablado anteriormente sobre cómo crear espacios seguros en el lugar donde resida el paciente. Desde su dormitorio, donde se cambia de ropa, hasta el baño, donde lleva a cabo tareas de higiene personal, pasando por la cocina y el comedor, todos esos espacios han de estar especialmente habilitados para que tenga los menores obstáculos posibles, y el menor número de objetos que supongan un riesgo, a su alcance.

Algunas de las acciones que podemos llevar a cabo para contribuir a la autonomía de la persona con Alzheimer son las siguientes:

• Simplificar las tareas: Si queremos que las hagan con la menor ayuda posible, podemos tratar de simplificarlas para que sean más sencillas.
• Evitar las críticas o perder la paciencia: Ser autónomo implica cometer errores, y eso es así indistintamente de la condición de cada persona. En lugar de criticar algo mal hecho, trata de explicar pacientemente cómo se puede hacer mejor la próxima vez.
• Reduce las opciones si ha de tomar decisiones: La capacidad de tomar decisiones puede verse afectada debido a la enfermedad, por lo que dar demasiadas puede complicar las cosas. Dejar que elija entre menos opciones es una buena alternativa.
• Establece rutinas: Las rutinas son positivas porque dan sensación de seguridad y se relacionan con la memoria procedimental. Hacer algunas tareas en horas concretas, y con la misma frecuencia, puede facilitar su labor.
• Supervisa y ayuda si lo necesita: Supervisar las tareas que realiza, sin que sienta presión o que está siendo vigilado, y ayudar solo si nos lo pide o vemos que no hacerlo puede ser contraproducente.

El bienestar, tanto físico como emocional, de la persona con Alzheimer, es una prioridad. Mantener su autonomía permite contribuir a mantener algunas funciones y capacidades durante más tiempo, y además también se refuerza su dignidad. En Konexion Alzheimer tenemos una sección dedicada a diversos aspectos del día a día, como la higiene o la alimentación, que pueden ser útiles para trabajar su autonomía.