Según un estudio publicado recientemente en la revista científica PNAS, respirar aire contaminado podría afectar al cerebro. Las partículas tóxicas inhaladas serían transportadas de los pulmones al cerebro a través del torrente sanguíneo.

La American Thoracic Society, con motivo de la celebración del Día Mundial contra el Cambio Climático, ya había advertido en este documento divulgativo de los efectos de la inhalación de partículas tóxicas en el cerebro.

Ahora, un equipo de investigación de la Universidad de Birmingham, en colaboración con instituciones de China han descubierto la posible vía directa que permite la afectación cerebral. Además, han determinado ciertos indicios que apuntan a que estas partículas permanecen más tiempo en el cerebro que en otros órganos. 

Cambio de paradigma como resultado del estudio

Tal y como explican los autores del estudio, hasta ahora se desconocía que la gran mayoría de partículas tóxicas que llegan al cerebro a través de la inhalación.

Los resultados del estudio ponen el foco en las conocidas como partículas ultra finas, que son capaces de evadir tanto las barreras físicas del organismo como las células inmunitarias. 

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