El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que, a medida que avanza, puede afectar a aspectos básicos de la conducta, la memoria, y a otros aspectos que tengan relación con el día a día o con actividades cotidianas y aparentemente sencillas.

Uno de los problemas más comunes que puede ocurrir a una persona con Alzheimer es la deambulación, una situación que puede acarrear peligro dependiendo de dónde se encuentre, o del acceso que tenga al exterior, y que supone una preocupación añadida a su entorno y a la persona responsable de su cuidado.

A continuación, hablaremos sobre las causas de la deambulación, sobre algunas formas de prevenirla, y sobre cómo actuar si nos encontramos con esta situación, para que el bienestar y la seguridad de la persona con Alzheimer sean lo más importante.

Qué es la deambulación y por qué ocurre

Deambular es caminar sin rumbo aparente, o sin un propósito o destino concreto. En Alzheimer, la deambulación es una característica que puede darse por diversos motivos, y conviene tener en cuenta que la probabilidad de que ocurra es elevada, y que hay que estar preparados para ello.

La deambulación puede venir causada por múltiples factores, como veremos a continuación:

• Confusión o desorientación: No recordar por qué está en el lugar en el que está, o no reconocer su hogar y salir a buscarlo, pueden ser algunas causas que lleven a la persona con Alzheimer a deambular para encontrarlo.
• Agitación: La ansiedad o inquietud pueden generar agitación, haciendo que la persona con Alzheimer se mueva o se desplace para aliviarla.
• Necesidades fisiológicas: Hambre, ganas de ir al baño, o sed. Levantarse para ir a algún lugar, y no encontrarlo, o no recordar el camino y perderse.
• Aburrimiento: El aburrimiento puede incitar a la persona con Alzheimer a desplazarse para entretenerse.
• Buscar a algo o a alguien: Querer encontrar algún objeto, o a alguna persona, sin saber bien dónde está o cómo llegar a ella.
• Sentirse amenazado: Ya sea por una percepción errónea de alguna situación, o por algo imaginario, puede hacer que tenga la necesidad de huir de dicha amenaza.

Cómo prevenir la deambulación en personas con Alzheimer

Como en muchas otras situaciones causadas por los síntomas de la enfermedad, la prevención es una de las principales herramientas para evitar complicaciones o accidentes.

Estas son algunas recomendaciones para prevenir que la persona con Alzheimer deambule, motivada por alguna necesidad o por alguna situación que la incomode o le genere malestar. Por supuesto, y al margen de estas recomendaciones generales, es importante consultar con un especialista para resolver este tipo de situaciones si se dieran con frecuencia, y evaluar la situación de forma individual.

• Cubrir las necesidades básicas: Asegurarnos de que no tiene hambre, sed, o necesite ir al baño, puede evitar que sienta la necesidad de moverse para cubrir este tipo de necesidades. La comunicación en este sentido es importante, porque puede ayudarnos a resolver esta duda fácilmente, y a minimizar riesgos.
• Mantener un entorno seguro y tranquilo: Que la persona con Alzheimer se sienta segura, puede evitar que se sienta amenazada o intranquila. Estar en un ambiente conocido, que la ayude a estar calmada, también reducirá la agitación y la ansiedad. Limita el acceso a los  espacios peligrosos, como las escaleras, para que no corra riesgos si se mueve por casa.
• Evitar que pueda acceder al exterior de forma sencilla: Evitar que pueda salir de forma fácil o sin supervisión, puede ayudar a controlar algunas situaciones de riesgo. Si tiene posibilidad de poder salir, es conveniente que lleve alguna identificación que permita contactar con el cuidador o la familia para facilitar la vuelta.

Es conveniente evaluar cada situación de forma individual porque cada caso puede tener unas particularidades diferentes, ya sea por el lugar de residencia, por lo avanzada que esté la enfermedad, o por otros factores.

Como siempre recordamos, lo más importante es intentar mantener la calidad de vida de la persona con Alzheimer en la medida de lo posible. Consultar con un profesional médico es importante si tenemos indicios de que pueda haber riesgo de deambulación, ya que así podremos prevenir situaciones en las que se exponga a algún tipo de peligro.