El Alzheimer es una enfermedad cuyos síntomas se agravan con el paso del tiempo. A medida que avanza, la persona que la padece puede necesitar de más ayuda para realizar tareas sencillas y cotidianas, un mayor grado de supervisión para evitar contratiempos o accidentes, e incluso total dependencia de una persona cuidadora en las etapas finales.

A pesar de que existen asociaciones que pueden servir de apoyo y ayuda, así como leyes de dependencia que pueden proporcionarnos ciertas facilidades a nivel económico o asistencial, el entorno de la persona con Alzheimer también se ve afectado por la enfermedad, ya sea porque algún miembro se convierta en el cuidador principal, o porque se deba hacer un esfuerzo económico para poder proporcionar la asistencia necesaria.

El impacto del Alzheimer en el entorno familiar

El diagnóstico de una enfermedad en un ser querido o en un miembro del núcleo familiar, puede suponer un duro golpe tanto para quien la sufre como para su entorno más cercano. Tras el diagnóstico, es normal que muchos sentimientos negativos salgan a la luz, además de dudas y cuestiones que seguramente nunca antes nos habíamos planteado.

Cómo proceder, cuánto tiempo puede durar cada etapa, qué necesitaremos, a quién acudir, podremos hacernos cargo de la situación… Todas estas dudas son razonables, y es necesario trabajar de forma conjunta con profesionales de la salud para poder resolverlas paso a paso.

Impacto emocional

El primer impacto que sufre tanto el paciente como el entorno familiar es emocional. Dolor, tristeza, o la sensación de no merecer lo que está ocurriendo, son sentimientos habituales en este tipo de situaciones, y superarlos requiere de tiempo y esfuerzo. No es fácil, pero afortunadamente existen diferentes entidades, asociaciones de pacientes y familiares, e incluso profesionales de la salud mental que pueden orientarnos y ayudarnos a superar este primer impacto.

Tras el diagnóstico, y a medida que avanza la enfermedad, las familias pueden tener que hacer frente a situaciones de estrés, preocupación, e incluso sentimiento de culpa, mientras se lidia con algunos aspectos del Alzheimer.

El Alzheimer es una enfermedad que puede causar mucho dolor emocional de forma prolongada en quien lo padece, y en su entorno más cercano.

Impacto económico

El Alzheimer también puede afectar a aspectos financieros y logísticos de diversas formas. El aspecto económico puede verse seriamente afectado, debido a los costes que puede la enfermedad en cuanto a los cuidados o tratamientos.

Aunque en España la sanidad es pública, puede haber costes derivados del Alzheimer que no queden cubiertos, o listas de espera que impliquen no poder optar a ciertos servicios de asistencia y cuidado que sean muy necesarios, y la familia deba correr con esos gastos.

Además, en el caso de que un miembro de la familia deba encargarse de los cuidados a tiempo parcial o completo, y suponiendo un ahorro en ese aspecto, también puede suponer a la vez una pérdida de poder adquisitivo al tener que trabajar menos horas o abandonar el empleo.

También hay que contar con que, en algunos casos, debamos hacer alguna modificación en el hogar para facilitar los cuidados y evitar posibles riesgos, o que debamos adaptar nuestro vehículo para poder realizar traslados, etc.

Impacto social

Las familias de personas con Alzheimer también pueden ver como su vida social y familiar cambia, y debe modificarse para adaptarse a una nueva realidad.

Las personas que se encargan de los cuidados, pueden correr el riesgo de padecer aislamiento social al no disponer de tiempo para llevar a cabo actividades fuera de su rutina laboral y familiar que antes sí podían hacer. El aislamiento social también puede acelerar el deterioro cognitivo de la persona con Alzheimer, y además causar un impacto emocional y físico a la persona cuidadora.

Las propias dinámicas dentro de la familia también pueden verse afectadas. La tensión entre miembros de la familia puede aumentar debido a algunas situaciones o a la forma en que se gestionan o de deberían gestionar. Algunas decisiones difíciles de tomar de forma consensuada pueden también causar pequeños conflictos. Y a menudo se dan situaciones donde los roles se intercambian, por ejemplo, si el hijo o hija es la persona cuidadora de uno de sus padres.

A pesar de que se ha mejorado mucho el conocimiento sobre el Alzheimer a nivel general, sigue siendo un tema tabú y que puede suponer un estigma para aquellas personas que lo padecen de forma directa e indirecta. Puede que otras personas no comprendan tu situación, que minimicen algunos aspectos de la enfermedad o derivados de esta, o que debido al desconocimiento no sean conscientes de tu situación. Por eso es importante la normalización y la mejora del conocimiento sobre lo que implica la enfermedad de Alzheimer al paciente y su entorno.

En Konexion Alzheimer ponemos a disposición de los usuarios diversas secciones que pueden ser de gran interés para ampliar conocimientos, o para resolver ciertas dudas sobre la enfermedad, sobre gestiones relacionadas con el Alzheimer, y también sobre el bienestar de las personas cuidadoras, que son un aspecto fundamental para cuidar y mantener la calidad de vida de las personas con Alzheimer.