El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que, en fases avanzadas, hace que la persona que la padece se vuelva totalmente dependiente. En la mayoría de los casos los cuidados recaen en la familia directa, ya sea el cónyuge o los hijos. Estos adoptan la responsabilidad de atender las necesidades de la persona con Alzheimer, que serán más exigentes a medida que evoluciona la enfermedad. Es importante aprender a cuidarse y gestionar las propias emociones, para evitar el llamado síndrome del cuidador.

Un duro golpe para el entorno

El diagnóstico de Alzheimer a un familiar cercano es a menudo un duro golpe para todo su entorno, pero cada caso es diferente y el pronóstico dependerá de la fase en que haya sido diagnosticada la enfermedad. Un diagnóstico precoz, permite a los familiares y al entorno cercano cierto margen de tiempo para planificar los próximos años, y brinda la posibilidad de establecer rutinas preventivas que demoren la aparición de los síntomas propios de las etapas más avanzadas de la enfermedad. De ahí la importancia de acudir al médico especialista ante la aparición de los primeros síntomas de pérdida de memoria o confusión.

El cuidador o cuidadores, a menudo se ven desbordados por las circunstancias. Hay varios factores que influyen en el grado frustración que estos pueden sentir. La situación es más compleja cuando toda la responsabilidad recae en una sola persona, o cuando la situación económica no permite contratar a un asistente que preste soporte durante determinadas horas del día. En cualquier caso, es muy recomendable contactar con las Asociaciones de familiares de personas con Alzheimer, que cuentan con presencia en todas las provincias del territorio español, y que ofrecen apoyo y asesoramiento a los cuidadores.

Cuando nos llega la noticia del diagnóstico de Alzheimer a un familiar o a un ser querido, hay una serie de emociones que son recurrentes en la mayoría de los casos. Estas emociones implican desde la negación hasta la frustración, y son parte de un proceso natural durante el cual asimilamos la noticia.

La responsabilidad de cuidar de una persona con Alzheimer, conlleva una sensación de agotamiento físico y emocional en el cuidador o acompañante que se conoce como el Síndrome del cuidador. Te explicamos como identificarlo y prevenirlo.

Señales de alerta del síndrome del cuidador

Cuando el cuidador o acompañante de la persona con Alzheimer, experimenta varios de estos síntomas, debemos considerar que está afectado por el síndrome del cuidador:

• Problemas para conciliar el sueño
• Cansancio permanente
• Estado de ánimo irritable o hipersensible
• Falta de motivación por las propias aficiones y aislamiento social.
• Fatiga física manifiesta en contracturas musculares persistentes.
• Consumo de ansiolíticos y/o antidepresivos
• Ansiedad crónica.

¿Cómo prevenir el síndrome del cuidador?

Detectar los primeros síntomas de fatiga física y psicológica, es importante para evitar que los problemas de salud derivados del cuidado de una persona con Alzheimer, nos afecten de forma crónica. A continuación, te dejamos algunas recomendaciones para evitar llegar al extremo en que la salud del cuidador se vea comprometida:

• Conocer las distintas etapas de la enfermedad y su evolución, es útil para estar preparado y adelantar los acontecimientos.
• Comprender los cambios de humor y conducta de la persona con Alzheimer y asumirlos como parte de la enfermedad.
• Aprender a pedir ayuda cuando sea necesario, ya sea para obtener soporte en ciertas tareas, o para poder disponer de tiempo libre de vez en cuando.
• Hablar de la situación con familiares y amigos.
• Disfrutar de los momentos de lucidez de la persona con Alzheimer, o simplemente de los paseos y de las pequeñas cosas.
• Tratar de recurrir al humor para alejar los pensamientos negativos.
• Apoyarte en las Asociaciones de Familiares de personas con Alzheimer de tu zona.

El día a día del cuidador de una persona con Alzheimer, supone rehacer sus planes de vida durante los años venideros, y hacer planes tanto a corto como a largo plazo, para afrontar un proceso que puede ser largo y a menudo, especialmente doloroso para el cuidador. Identificar los momentos críticos antes de que ocurran y aprender a delegar tareas y pedir ayuda, es una de las claves para que tanto la persona con Alzheimer como su cuidador, gocen de una buena calidad de vida pese a las circunstancias.

En nuestra sección DÍA A DÍA EN CASA, encontrarás mucha información que te será de utilidad para seguir aprendiendo a manejar las distintas situaciones en que, como cuidador, te vas a encontrar en tu rutina diaria. También puedes contactar con nosotros a través del enlace ¿CÓMO PODEMOS AYUDARTE?, para recibir periódicamente información relevante para los cuidados de una persona con Alzheimer. También recibirás las últimas novedades y avances con relación al tratamiento y a la investigación del Alzheimer.