Aprovechando el buen tiempo que suele hacer en los meses de primavera, no debemos olvidar la importancia de salir a la calle para airearse y sociabilizar. Ir a hacer la compra o simplemente pasear por el parque una vez al día, es muy importante para generar rutinas y hábitos saludables para las personas con alzheimer. Si la evolución de la enfermedad lo permite, debemos mantener estos hábitos durante todo el año para reducir la ansiedad de cuidadores y enfermo. Ahora bien, a nadie se le escapa que, la mayor parte del tiempo, solemos pasarlo en casa, y es aquí donde realizamos la mayor parte de nuestras tareas.

Actividades para estimular a las personas que padecen alzheimer u otras demencias

1. Planificar el día o la semana: Una actividad que podemos realizar a diario, es planificar o comentar lo que vamos a hacer hoy. Si ya tienes calendarizado un programa de actividades, puedes repasar y hablar sobre las actividades programadas. Si no lo tienes todo por escrito, una buena opción es sentarte con la persona con alzheimer y dialogar sobre lo que le gustaría hacer en los próximos días, y apuntarlo en una tabla con letras grandes y fácilmente comprensibles. Tener las actividades previstas será un gran aliado en nuestro día a día. No obstante, no hace falta ser excesivamente rígido en el cumplimiento de las tareas y optar por cierta flexibilidad si la persona se muestra disconforme con lo planificado. La planificación ha de ser realista y ajustada a las posibilidades de la persona afectada, para evitar la frustración y reducir la apatía.
2. Juegos de mesa y retos caseros: Una vez organizado el día o la semana de forma aproximada, podemos ir especificando lo que haremos, especialmente en los ratos en que estemos en casa. Un buen recurso que entretiene y estimula por igual, es dedicar un momento al día a los juegos de mesa o a realizar pequeños retos en casa. Jugar a las cartas, al dominó, a la oca u otros juegos similares, ayudará a mantener activa y trabajando la mente de la persona con alzheimer. También podemos inventar juegos acordes a las capacidades del enfermo, como dibujar formas más o menos complejas y preguntarle a qué le recuerda, o usar colores para estimular su imaginación y que nos sugiera dibujos a realizar.
3. Hacer actividades de bricolage o manualidades: Realizar pequeñas reparaciones en casa es algo que suele motivar a las personas con alzheimer, ya que de esta forma se sienten útiles y mejora su autoestima, a la vez que estimula sus pensamientos buscando soluciones. En función del estado en que se encuentre la persona, podemos optar por opciones más o menos complejas, que pueden ir desde pintar o arreglar una puerta, hasta elegir y cambiar las bombillas de nuestra casa. También es una buena opción llevar a cabo manualidades, aprovechando por ejemplo la navidad, o la semana santa para crear postales de felicitación para familiares o amigos.
4. Cuidar plantas o pequeñas mascotas: Cuidar las plantas es una actividad sencilla y gratificante, que requiere constancia y poco esfuerzo. Regarlas una vez al día y retirar sus hojas o flores secas, ayuda a mantener una rutina. Además, la observación de su crecimiento, puede ser un vehículo ideal para ejercitar la memoria. Pasa lo mismo con el cuidado de las mascotas, darles de comer y ponerles agua todos los días, es una tarea que las personas con alzheimer pueden llevar a cabo, con la supervisión de familiares y/o cuidadores.  
5. Escuchar música: La música tiene, entre muchos otros beneficios, la capacidad de hacer rememorar a quien la escucha, momentos y experiencias pasadas. Por este motivo es muy importante tener a mano una selección de canciones significativas para la persona con alzheimer, en especial aquellas vinculadas a momentos felices de su vida.
6. Tareas domésticas: Al igual que en las pequeñas reparaciones domésticas, las personas con alzheimer nos pueden ayudar, en mayor o menor medida, en las tareas del hogar, como por ejemplo recoger la mesa, tender la ropa o cocinar. Resulta una buena manera de hacerlas sentir útiles y de estimular sus capacidades.
7. Mantener conversaciones a partir de objetos: Hay objetos que, por la importancia en la vida las personas enfermas, tienen la capacidad de hacerles despertar antiguos recuerdos o costumbres. Los álbumes de fotos son uno de los mejores ejemplos, ya que de por sí, representan escenas de tiempos pasados. Pero también podemos usar objetos que hubiesen pertenecido a la persona en cuestión, para intentar hacerle recordar algunos hechos relacionados.
8. Actividad física en casa: Aunque lo ideal es realizar el ejercicio físico en el exterior, si la persona con alzheimer está excesivamente nerviosa o inquieta, o si la meteorología no nos permite salir al aire libre, siempre no queda la opción de hacer la actividad en casa. Debemos tener muy en cuenta la condición física de la persona que va a realizar la actividad, así como el espacio físico del que disponemos. Algunos ejemplos de ejercicios que podemos hacer en casa son los juegos con globos o pelotas blandas, procurando hacer movimientos amplios y pausados, mover la cabeza adelante, atrás y a ambos lados, muy lentamente y sin forzar, o subir y bajar escaleras. Cabe recordar que antes de poner a la persona con alzheimer a hacer una serie de ejercicios, es muy recomendable hablar con tu médico de referencia.
9. Videollamadas con familiares o amigos: Aprovechando las tecnologías de comunicación que tengamos al alcance, podemos organizar breves encuentros virtuales con seres queridos para conversar o escuchar voces familiares.