Las personas con Alzheimer, en función de lo avanzada que esté la enfermedad, pueden ver mermadas algunas funciones cerebrales relacionadas con la memoria o el lenguaje, entre otras, que pueden dificultar su día a día. Sin embargo, el Alzheimer puede afectar también a otras funciones cerebrales como la percepción sensorial.

La percepción sensorial es el proceso mediante el cual nuestro cerebro interpreta la información que se recibe a través de los cinco sentidos: vista, olfato, oído, tacto y gusto; y también otras relacionadas como el equilibrio o la percepción espacial (propiocepción).

Cómo afecta el Alzheimer a nuestros sentidos

La percepción sensorial funciona a través de estímulos que son captados por los diferentes órganos involucrados, transformando estos estímulos en señales eléctricas que viajan por nuestro sistema nervioso hasta el cerebro, donde son interpretadas de acuerdo con nuestro conocimiento y experiencia para dotarlas de significado.

El Alzheimer puede afectar la forma en que recibimos estos estímulos, así como dificultar la interpretación de estos, como veremos a continuación.

• Visión: El Alzheimer puede afectar la capacidad de procesar la información visual. Esto puede manifestarse en dificultades para reconocer caras familiares, percibir profundidades y distancias, o para interpretar objetos en el entorno. Además, la enfermedad puede causar dificultades para leer, seguir objetos en movimiento o distinguir entre colores.
• Audición: Algunas personas con Alzheimer experimentan cambios en la percepción auditiva. Pueden tener dificultades para entender el habla, especialmente en entornos ruidosos, o para discriminar entre sonidos diferentes. Esto puede llevar a problemas de comunicación y comprensión, que puedan derivar en mayor riesgo de aislamiento social.
• Olfato y gusto: El Alzheimer puede afectar la capacidad de percibir y distinguir olores y sabores. Esto puede resultar en una disminución del apetito, cambios en las preferencias alimentarias y una menor capacidad para detectar peligros potenciales, como alimentos en mal estado. La pérdida de olfato puede ser un síntoma temprano de Alzheimer.
• Tacto: Las personas con Alzheimer pueden experimentar cambios en la sensibilidad táctil y en la percepción del dolor. Pueden tener dificultades para percibir la temperatura, la textura o la presión, lo que puede afectar su capacidad para realizar tareas cotidianas, como vestirse o bañarse, de manera segura, así como realizar algunas tareas en la cocina con elementos que estén a temperaturas elevadas.

Estos cambios en la percepción sensorial, pueden afectar significativamente la calidad de vida de las personas con Alzheimer.

Qué podemos hacer para minimizar el impacto de la pérdida de percepción sensorial

En Konexion Alzheimer siempre destacamos que lo más importante es la calidad de vida y el bienestar de las personas con Alzheimer. El avance de la enfermedad es algo que no podemos controlar, pero sí podemos tratar de minimizar el impacto que este avance puede causar en la percepción sensorial de los pacientes:

• Evaluar la visión y la audición: Es importante realizar exámenes regulares de la vista y la audición para detectar y tratar cualquier problema que pueda afectar la percepción sensorial.
• Usar gafas o audífonos: Si la persona necesita gafas o audífonos, es importante que los use de manera regular y adecuada para no ver mermada su capacidad visual y auditiva.
• Adaptar el entorno: Hacer modificaciones en el hogar, como mejorar la iluminación o instalar barandillas, puede ayudar a prevenir caídas y accidentes.
• Comunicarse de manera efectiva: Hablar despacio, con claridad y usando un lenguaje sencillo puede ayudar a la persona a comprender mejor lo que se le dice. La comunicación es vital.
• Ser paciente y comprensivo: Es importante recordar que la persona con Alzheimer puede experimentar la realidad de manera diferente a nosotros. Es importante ser paciente, comprensivo y evitar la frustración, ya que en muchos casos, es el Alzheimer el que se manifiesta, y no la propia persona.
• Manejar el dolor: El dolor puede ser un problema común en las personas con Alzheimer. Es importante identificar la causa del dolor y tratarlo adecuadamente.

• Proporcionar apoyo emocional: Las personas con Alzheimer a menudo experimentan ansiedad, depresión y otras emociones difíciles. Es importante brindarles apoyo emocional y fomentar la interacción social.

• Evitar los medicamentos que pueden empeorar la confusión: Algunos medicamentos, como los anticolinérgicos, pueden empeorar la confusión y las alucinaciones en las personas con Alzheimer. Es importante hablar con el médico sobre los riesgos y beneficios de cualquier medicamento que la persona esté tomando.

En cualquier caso, siempre es recomendable consultar con un profesional médico que pueda ayudarnos a gestionar mejor algunas situaciones, y a evaluar cada caso de forma personal. Estas recomendaciones generales pueden ser útiles, pero cada persona con Alzheimer es diferente, y puede experimentar algunas situaciones de diferente forma, y en diferentes momentos.