El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que, según avanza, tiene un grave impacto en algunas funciones del cerebro. Los daños que se producen afectan a áreas que gestionan habilidades esenciales, como la motricidad, la memoria, o la comunicación verbal. 

Esta pérdida de facultades comunicativas puede ser uno de los aspectos más desafiantes, tanto para las personas afectadas como para sus familiares y cuidadores, ya que dificulta la transmisión y recepción de información, y afecta profundamente las relaciones y la vida cotidiana.

En este artículo veremos cuál es el impacto de la enfermedad de Alzheimer en la comunicación verbal, y cómo podemos mejorar la comunicación una vez esta función se ha visto afectada.

Cambios progresivos en la comunicación verbal

La enfermedad de Alzheimer tiene diferentes fases, que van de más leves a más severas. En las primeras fases, las personas pueden tener problemas leves con el vocabulario y con recordar algunas palabras. Sin embargo, en etapas intermedias y avanzadas, estas dificultades se intensifican, haciendo que incluso conversaciones simples se vuelvan confusas. Es común que recurran a palabras familiares de su lengua materna si aprendieron otros idiomas después, y que empleen expresiones incorrectas o repitan frases, dificultando la comunicación a la hora de expresar malestar, o algunas necesidades, que a su vez pueden generar agitación o enfado en la persona con Alzheimer.

A medida que el Alzheimer avanza, el deterioro en áreas cerebrales responsables del lenguaje, como el área de Wernicke y el área de Broca, conduce a una disminución en la fluidez verbal y en mayores dificultades para construir frases completas. Esto puede resultar en problemas de comprensión y en una mayor dependencia de señales no verbales para comunicarse.

Comunicarse de forma efectiva depende de múltiples capacidades cognitivas que el Alzheimer afecta de manera gradual. La memoria a corto plazo y la capacidad de atención son esenciales para recordar lo que se quiere comunicar, así como para entender la conversación que se está llevando a cabo. Ambas se ven comprometidas a medida que la enfermedad avanza.

En las fases más avanzadas, algunas personas pueden perder la capacidad de hablar por completo, requiriendo métodos alternativos de comunicación para poder expresarse.

Algunas recomendaciones para mejorar la comunicación

Aunque el deterioro cognitivo que padecen las personas con Alzheimer no tiene cura hasta el momento, la comunicación sigue siendo un aspecto fundamental y que debemos trabajar e intentar mantener para mantener la mayor calidad de vida del paciente.

Estas son algunas recomendaciones básicas que podemos tener en cuenta para mejorar la comunicación en casos de dificultad:

1. Mantener el contacto visual y utilizar un tono de voz calmado: Esto ayuda al paciente a enfocar su atención y a sentirse comprendido y valorado
2. Utilizar frases cortas y sencillas: Emplear palabras y estructuras gramaticales simples reduce la carga cognitiva y permite al paciente entender y responder mejor.
3. Evitar las preguntas abiertas: Las preguntas que requieren una respuesta de “sí” o “no” son más fáciles de responder para una persona con Alzheimer que aquellas que requieren una reflexión o una explicación detallada.

Acompañar la comunicación verbal con gestos o imágenes: El lenguaje no verbal es una herramienta poderosa, especialmente en las fases avanzadas de la enfermedad. Usar gestos, fotos o dibujos puede ayudar al paciente a comprender mejor el mensaje.

Comunicación no verbal y formas de comunicación alternativas

Según progresa la enfermedad, la comunicación verbal puede muy extremadamente limitada, y los métodos alternativos de comunicación se convierten en una gran herramienta para mantener el contacto con la persona con Alzheimer. Por ejemplo, el uso de dispositivos de ayuda visual o aplicaciones que muestran imágenes simples puede mejorar la comprensión en las etapas avanzadas del Alzheimer, y permiten relacionar imágenes con conceptos o necesidades que tenga dificultad para expresar de otra forma.

El uso de algunas terapias no farmacológicas como las técnicas de reminiscencia, que consisten en el uso de eventos y experiencias pasadas a través de diferentes elementos como álbumes de fotos, objetos, o estímulos audiovisuales como música o vídeos, pueden ser de utilidad para fomentar el uso de palabras o frases que todavía recuerde, y de este modo generar interacciones más fluidas y productivas.

El impacto del Alzheimer en la principal forma de comunicarnos entre personas es profundo y evoluciona con el paso del tiempo junto con otros síntomas. Trabajar mediante ejercicios de estimulación cognitiva para retrasar la posible la aparición o el empeoramiento de estos síntomas, es una de las principales herramientas que tenemos para mantener la autonomía y la calidad de vida de la persona con Alzheimer.Si estás buscando ejercicios para trabajar la estimulación cognitiva, en Konexion Alzheimer tenemos una completa sección de recursos y materiales en la que podrás encontrar ejercicios que se adaptan a varios niveles, en función de las necesidades de la persona con Alzheimer y de la fase en la que se encuentre.