El Alzheimer constituye la forma más frecuente de demencia neurodegenerativa en personas ancianas, afectando al cerebro y sus funciones. El acúmulo de proteínas -la proteína amiloide y la proteína tau- en ciertas partes del cerebro, lesiona las células del sistema nervioso, las neuronas. Estas lesiones tienen como consecuencia un mal funcionamiento de las redes neuronales en dichas zonas, que se agrava con el tiempo llegando a provocar la muerte.

¿Pero qué causa este acúmulo de proteínas? En la actualidad conocemos algunos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar el Alzheimer. Pero es necesario seguir investigando para determinar el por qué y encontrar vías para frenar y revertir los procesos causantes de la enfermedad.  Las probabilidades de desarrollar Alzheimer aumentan exponencialmente con la edad. De hecho, más del 90% de los casos de enfermedad de Alzheimer se diagnostican en personas de más de 65 años.

Pero el Alzheimer no forma parte del envejecimiento normal del cerebro, aun hoy en día, existen algunas falsas creencias muy extendidas sobre el Alzheimer. Aunque por el momento no existe una cura, gracias a los avances en investigación, conocemos muchos factores que influyen en el aumento de probabilidades de que la enfermedad se desarrolle, así como factores protectores que pueden retrasar la aparición de la enfermedad.

Principales factores de riesgo:

• La edad avanzada: Como hemos comentado, la edad es el principal factor de riesgo no modificable. Cerca de un tercio de las personas mayores de 85 años padecen Alzheimer.
• Antecedentes familiares: Si en tu familia se han dado casos de Alzheimer, esto debe ser un indicador de un riesgo mayor y es recomendable estar atentos a las primeras señales de Alzheimer. Especialmente entre los familiares con edades consideradas de riesgo.
• Genética: Recientemente, un estudio realizado por Ace Alzheimer Center Barcelona y el Amsterdam University Medical Center (VUmc) y publicado en la revista científica Nature Communications, ha agrupado los genes asociados a la enfermedad de Alzheimer. Los llamados genes de riesgo aumentan la probabilidad de desarrollar una enfermedad, pero no garantizan que suceda. El gen APOE-4e es uno de los que tienen un mayor impacto en la aparición de la enfermedad.

Factores de riesgo modificables

Una buena alimentación y la actividad física regular podrían retrasar el desarrollo de la enfermedad. Un envejecimiento general saludable parece reducir el riesgo, aunque esta afirmación se basa en datos estadísticos y existen casos de envejecimiento saludable en que la enfermedad se desarrolla precozmente. Los distintos factores de riesgo existentes dificultan establecer una clara relación. Sin embargo, existen evidencias que vinculan la salud del cerebro con la del corazón.

También existen evidencias que parecen establecer una relación entre depresión y Alzheimer, aunque esta es una relación compleja que suele generar confusión en el momento de realizar un diagnóstico, ya que los síntomas de ambas enfermedades pueden coexistir.

Recientemente, un estudio publicado en la revista Neurology, ha puesto de manifiesto que un cerebro activo en adultos mayores puede retrasar la aparición del Alzheimer hasta cinco años.

Esperanza en la investigación

Hay mucho que descubrir e investigar aún acerca de los complejos mecanismos involucrados en el desarrollo del Alzheimer, pero la investigación científica no deja de dar pasos hacia un mayor conocimiento y mejor tratamiento de la enfermedad.

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